Concursos para Pichones de Nido: una categoría poco explotada en Argentina

Ya fuere por falta de costumbre o por cultura colombófila, una parte de un artículo del Reglamento Deportivo Nacional parece tener, hasta ahora, poco uso:

Artículo 13°: Las carreras serán, según las palomas que puedan participar en ellas, de Pichones, cuando estén reservadas a ejemplares portadores de anillo de identificación distribuido por la F.C.A. a partir del 1º de julio del año anterior al que se disputen; de Adultas, cuando estén reservadas a ejemplares con anillo distribuido con anterioridad al 1º de julio del año anterior al que tengan lugar; y Mixtas, cuando puedan participar en ellas palomas de cualquier edad. Cuando estén reservadas a ejemplares que porten anillo distribuido por la F.C.A. a partir del 1º de julio del año en que se disputen, se considerarán de Pichones de Nido.

Se trata de un objetivo planteado hace mucho tiempo. Según nuestra memoria, leímos alguna iniciativa propiciada desde la F.C.A. en 1994 / 1995, cuando incluso se proponía como continuidad a la decisión tomada por entonces de distribuir los anillos del año desde el 1º de enero. Se mencionó que habría tres categorías de premios federales. La idea no prosperó. Hasta entonces, Córdoba había sido una pionera, avanzados los años `80, cuando la asociación Centro República organizaba cada año para sus socios y para los del Circuito una línea a finales de temporada, que por cierto culminaba en Buenos Aires -650 Km.- para los pichones nacidos en agosto (ya que en esa época los anillos se entregaban a partir de ese mes en todo el país).

Después de aquella época, sin embargo, los antecedentes de concursos para pichones sin mudar su plumaje se fueron generando a gran escala, aunque no en la actividad competitiva tradicional. Nos referimos a la actividad en colombódromos. Quien no recuerda las sueltas en diciembre desde Raíces -500 Km.- con pichones que habían sido criados a mediados de cada año y enviados a Carlos Paz. O las experiencias que luego se sucedieron en los demás emprendimientos del mismo formato, con singular éxito.

Avanzados los años, no podemos dejar de mencionar los certámenes de corta distancia para esta categoría de palomas llevados adelante por una asociación del oeste del Gran Buenos Aires.

En paralelo, los comentarios de quienes han intervenido en esas experiencias sociales o sacando en forma particular a la ruta sus pichones en la previa de navidad, han sido positivos, recalcando dos factores a considerar: distancia moderada y suelta a primera hora, evitando bajo todo aspecto el vuelo en condiciones de altas temperaturas y exigentes por demás.

No puede obviarse la costumbre en la colombofilia de punta internacional. En Bélgica, donde crían a partir del 1º de enero –invierno-, concursan los pichones del año a partir de mayo –primavera- a cortas distancias y llegan al verano –julio / agosto- con sueltas nacionales en el orden de los 400 – 550 Km. Holanda, por su parte, disputa concursos de pichones en junio / julio -5 o 6 meses de edad- a una distancia más moderada, en el orden de los 350 Km. como máximo.

Se mire por donde se mire, parece ser un mecanismo de selección favorable. Tal vez, la solución para evitar el tránsito por el receso de verano con planteles sobredimensionados y la llegada al inicio de la temporada del año siguiente con palomas –nuestros denominados “pichones”- probadas con anterioridad, incluso sin el habitual apuro de varearlas en ruta cuando aún no están en las mejores condiciones de pluma o el clima se presenta adverso.

El adelantamiento de la fecha de distribución de anillos al 1º de Junio implementado desde el 2022 puede favorecer la instrumentación de concursos específicos.

Ahora bien, no podemos desconocer que también es un mecanismo que implicaría un cambio cultural y la readaptación de los calendarios, las instalaciones de los palomares y el enfoque deportivo de los colombófilos, de allí que el tema amerite un amplio análisis.

Bienvenido el debate de ideas.